Una comedia al más puro estilo clásico donde nadie es quien dice ser y todos quieren ser quienes no son. ¿Te animas a jugar?
El Juego de los Embustes es una farsa y a veces un vodevil y, sin duda es, una comedia de engaños y de enredos; obra en verso ambientada en la pompa del siglo XVIII, amores y desamores, esgrima con floretes, vestuario de época, bailes y canciones, líos y más líos de Condesas, Criadas y libertinas, de Lacayos, Señores y truhanes que con lujo de detalles dan rienda suelta con ironía y picardía al engaño, la mentira, la traición, y ¿cómo no?, al amor que no puede vivir, pues ¿qué falta por morir, si es amor toda la vida?
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Mil Don Perdos
La crítica dice:
Revisitar esta propuesta de María de Melo Producciones, supone para el espectador una grata sorpresa. La obra ha tenido su rodaje desde su estreno en la Sala Trajano de Mérida, y esto queda patente en el juego dramático. Por eso hablamos de Director Cut, asimilando el cinematográfico término. La obra original ha sido engalanada, pespunteada (como el soberbio vestuario que realiza la misma compañía) y alquimizada. Ha sufrido una notable y elaborada labor de poda y riego. El ritmo dramático es apabullante, sin aliento.
Francisco Collado. Crítico teatral. Culturamás.
https://www.culturamas.es/2021/10/27/el-juego-de-los-embustes-el-montaje-del-director/
El Juego de los Embustes es una experiencia enriquecedora, alborozada, donde el regocijo de la música se mistura con la humana parodia y los picarescos diálogos. Una metáfora sobre la apariencia y la realidad. Una propuesta fresca e innovadora, homenaje nada encubierto a los diversos senderos de la comedia, que nos ofrece la posibilidad de convertir la vida en una chacona.
«A la vida, vidita bona. Vida, vámonos a chacona.»
Francisco Collado. Crítico teatral. Entretantomagazine.
https://www.entretantomagazine.com/2021/02/28/el-juego-de-los-embustes/
La comedia, escrita en verso y ambientada en la exuberancia del siglo XVIII, ilustra la metáfora sobre la apariencia y la realidad de siempre -la picaresca mundana del ayer y del presente que acontece en medio de enredos del fingido amor, con engaños, traiciones e intereses- inspirados, por una parte, en los estilos de las obras satíricas de la comedia francesa de Molière y de las obras amables de la comedia italiana de Goldoni (rozando el nervio de la «Commedia dell’Arte«) y, por otra, en el espíritu de la mejor obra versificada y caricaturesca de Muñoz Seca («La venganza de Don Mendo«) o, si se quiere, en el espíritu del género humorístico británico del «nonsense» y el teatro de Gilbert y Sullivan, con sus retruécanos, equívocos y deformaciones cómicas del lenguaje. Todo ello perfectamente combinado y desplegado en singular recorrido de escenas lúdicas de fino humor e ironía.
José Manuel Villafaina.Crítico teatral. Artezblei.
https://www.artezblai.com/el-juego-de-los-embustes-jesus-lozano-dorado-maria-de-melo-producciones/
Cuando el fin es lícito, ¿lo son los medios también cuales fueren a nuestro alcance…?, el poder, la gloria, el dinero, la mitad del pastel a cambio de lo que sea menester llegado el caso y el momento, fingido amor, desmedida pasión, unos bombones y un jamón, el abrazo del perdón, la retórica súplica de Don Perdo abrazándose al biombo de la condesa, o de las condesas, o de las sirvientas, caviar y champán, lo que haga falta y más, y evite el naufragio y el escarnio aun perdido el honor mas no el impulso de la huida hacia adelante con engaños y requiebros, al hombro el capote tomando el sendero propicio que satisfaga sus últimos deseos de arbitrio, gananciales y jaraneo; todo ello es, haciendo un vago y sutil esfuerzo de extrapolación, una imagen cómica de lo que acontece -ladina, y a veces descaradamente-, en nuestra ferviente realidad, en lo que se refiere a las formas en que se consiguen y se alcanzan ciertos objetivos y privilegios…
El juego de los embustes, -texto original ambientado en el glamour del clasicismo- más allá de las metáforas del autor, es un fino divertimento de lenguaje fresco y elocuente que combina la picardía y la picaresca, y es, a mi juicio, en cierto modo, un panegírico a la comedia que transita sus estilos descubriéndose en una sátira, en otra vuelta de tuerca inesperada en una farsa, una parodia, un vodevil, una vuelta a otros tiempos y otras clases para darse de narices con el presente arte de embaucar y embarcarse allá donde más convenga; otras clases, sin duda, las de hoy en día, mas compartiendo sus mismos anhelos -aunque digitalmente disfrazados- y un mismo sistema nervioso que no ha cambiado.
La comedia dispone de sus íntimos canales, de sus propios conductos y salvoconductos con los que viaja en el tiempo y el espacio de la imaginación con el único fin de hacer disfrutar al público, y tal vez, en el camino, dejar la semilla de síntomas, de temblores, de pequeñas verdades, resueltas en el trance que nos ocupa, a ritmo de virginal y de zanfoña, de guitarra y de pandero, de estoques y de floretes al libre volar del verso julandrino-malandrino que marca la pausa y el desenfreno de la perla y el diamante que vos, Condesa, me inspiraste una cálida y apacible noche de verano.
Nota del autor. Jesús Lozano.